Esas pequeñas victorias que nos devuelven la ilusión y la esperanza
Este curso, por fin, hemos podido volver a vivir la vida en el Colegio como siempre. Vernos todos las caras, poder hablar tranquilamente, abrazarnos, y sentir la felicidad en todas los rincones del Centro.
Atrás quedaron las mascarillas, las distancias de seguridad, las clases online, y las innumerables normas que tuvimos que seguir de una forma tan inesperada.
En mi mente siempre quedará como vivimos todos el cierre tan repentino de los colegios, y posteriormente la tristeza de tantos meses de ver un colegio vacío. No puedo expresar con palabras todas las sensaciones que tuve durante tanto tiempo en la soledad del Centro. Fueron momentos muy duros para todos, y esperábamos con inquietud que llegara el momento de volver a las clases.
El siguiente curso comenzamos con mucha fuerza y muchas ganas de poder volver a ver a todos nuestros niños. Aunque de una forma diferente, todos estábamos felices de volver a vernos. Con la entrada de los alumnos el primer día por el patio, el vello se erizaba y una mezcla de sensaciones nos invadió. Era una situación completamente irreal, pero día a día conseguimos normalizar.
Ese curso fue también duro para todos, por el miedo a los confinamientos y a tantas restricciones, pero con mucha comprensión pudimos llevar el curso adelante y con éxito. Agradeciendo especialmente la actitud de todos los niños que fue ejemplar y contando con todo el apoyo de los padres y familiares. He visto como los profesores han trabajado con mucha fuerza y entusiasmo, y los alumnos se han adaptado a todo desde el primer momento dándonos una lección a todos los adultos.
Dejando atrás todo este tiempo, con alegría podemos decir que ya llegó la normalidad al Colegio, poder ver a los familiares que durante un tiempo solamente hablábamos por teléfono, realizar las exhibiciones de fin de curso, la visita de los Reyes Magos, y la graduación de los alumnos de Bachillerato, celebrando todo acompañados de las familias.
En definitiva, una historia que parece sacada de una película de la que solamente recordaré todos los momentos de alegría que he vivido en el Colegio y compartido con todos nuestros niños.